La Envidia está
definida como la tristeza o pesar por el bien ajeno, es uno de los males
actuales que ha ido creciendo socialmente, la
envidia es el camino más fácil para la persona que no se siente preparada para
competir con otra persona objeto de sus críticas por su buena suerte.
Es
difícil no experimentar la envidia alguna vez, pero hay que saber canalizarla
para ser personas mejores y buscar el camino digno para nuestra propia fortuna.
Una persona envidiosa se vuelve amargada, obstinada y busca excusas donde no
las hay; suele ser chismosa y poco productiva.
La envidia es aquel sentimiento o
estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que
tiene el otro, sea en bienes, una buena familia, un buen padre, una buena madre, amor y concordia familiar, inteligencia, cualidades superiores u otra clase de cosas.
La RAE la ha definido como tristeza o
pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.
La Envidia en la Psicología
En
términos médicos la envidia ha sido definida por diversos términos según los
diagnósticos psiquiátricos. El que más ha marcado redundancia en los últimos
tiempos es la frase citada por el Dr Saúl F. Salischiker:
"Cuando una persona se obsesiona y deja de
vivir por estar pendiente de tu vida o en este caso en la vida de su
adversario, de su entorno, y entre otras cosas siente agobio por cada uno de
sus triunfos… Aparte de mostrar signos graves de inferioridad, te muestra que
estas tratando con una persona psiquiátricamente enferma."
Dr. Saúl F. Salischiker, Médico Psiquiatra y
Psicoterapeuta.
Primera definición.- Tristeza o pesar del bien ajeno.
De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o
pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al
envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener
sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir
que la envidia es la madre del resentimiento,
un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya
peor.
Segunda
definición.- Emulación, deseo de algo que no se posee.
De acuerdo a la segunda de las acepciones la envidia se puede
encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. Siendo
en este caso que lo envidiado no es un sujeto sino un objeto material o
intelectual. Por lo tanto en esta segunda acepción la base de la envidia sería
el sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer
ese algo. Esto puede llegar a implicar el deseo de privar de ese algo al otro
en el caso de que el objeto en disputa sea el único disponible.
§
Una tercera posibilidad
para comprender lo que la envidia implica sería la combinación de las dos
acepciones mencionadas anteriormente. Cualquiera sea el caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada
positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.
§
Otra definición de envidia,
es que el envidioso cuenta mentiras sobre la persona a la que envidia o las
cosas que tiene, para poder tenerlas, en ocasiones la envidia puede hacer que
el envidiado muera a manos del envidioso.
Pecado
capital
La
Envidia es considerado como un pecado capital porque genera otros pecados, otros vicios; El término
"capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen
a muchos otros pecados y rompe con el amor al prójimo que proclama Jesús.
Dante
Alighieri en el poema de El Purgatorio,
define la envidia como "Amor por los propios bienes pervertido al deseo de
privar a otros de los suyos." El castigo para los envidiosos es el de
cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer.
En la edad media el famoso cazador de brujas, el cardenal Peter Beasbal le
atribuyó a la envidia el demonio llamado Leviatán, un demonio marino y que era sólo controlado por
Dios.
Estudios, citas y notas
Bertrand Russell sostenía
que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Siendo
universal es el más desafortunado aspecto de la naturaleza humana, porque aquel
que envidia no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino
que además alimenta el deseo de producir el mal a otros.
José Antonio Marina sostiene
cierta nomenclatura afectiva en su obra "El
laberinto sentimental", en la que divide los fenómenos afectivos en:
afecto, sensaciones de dolor placer, deseos y sentimientos, subdividiendo éstos
en cuatro grupos según su intensidad como: estados sentimentales, emociones y
pasiones. Este último grupo, las pasiones, son definidas como
"sentimientos intensos, vehementes, tendenciales, con un influjo poderoso
sobre el individuo". Sería en este grupo en el que la envidia quedaría
configurada.
La envidia ha sido frecuentemente tema y ha inspirado relatos
literarios como el de Caín y Abel que aparece en el Génesis de la Biblia. Este relato, en realidad, ejemplifica la
rivalidad y conflictos históricos entre
los sistemas de vida nómadas y sedentarios de pastores y agricultores que se
han desarrollado a lo largo de la historia. El escritor de la generación del 98, Miguel de Unamuno afirmaba que era el
rasgo de carácter más propio de los españoles y escribió para ejemplificarlo su
novela Abel Sánchez, en
que el verdadero protagonista, que significativamente no da título a la obra,
ansioso de hacer el bien por la humanidad, sólo recibe
desprecio y falta de afecto por ello, mientras que el falso protagonista, que
sí da título a la obra, recibe todo tipo de recompensas y afecto por lo que no
ha hecho.
Famosos envidiosos de la historia son: Antonio Salieri, Judas y
Hitler.
La Envidia en un Maltratador Psicológico
El psicólogo Iñaki Piñuel describe
la envidia que siente un acosador como un sentimiento de inferioridad, el cual
opera en forma de culpabilidad, que el acosador siente por no poseer atributos
que él estima ideales.
Los defectos físicos, intelectuales o emocionales
generan un sentimiento de inferioridad que la persona intenta compensar
superando esas carencias mediante el desarrollo de un complejo de superioridad. El complejo
de superioridad hace que el acosador viva en la ficción de la posesión de
valores, atributos y cualidades que en realidad no posee, negándolos en los
demás de manera defensiva.
Cuando surge en su entorno una persona (la víctima)
que sí posee en verdad tales características, ello supone para el acosador un
verdadero choque con la realidad. Su reacción ante esa dolorosa realidad suele
consistir en negar, eliminando la fuente de la disonancia, desarrollando el
psicoterror contra la víctima.
El objetivo es hacer desaparecer a la víctima
del horizonte psicológico del acosador porque sus capacidades suponen para éste
una destabilización psicológica.
La Caridad es lo opuesto a la Envidia, es aquella virtud que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. En síntesis, es desearle a tu prójimo todo lo mejor y aceptar los hechos.
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