Pecado


El pecado es una ofensa a Dios y una falta contra la razón, la verdad y la conciencia recta. 

Es una falta al amor verdadero que debemos a Dios, a nosotros mismos y al prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes que aparecen como atractivos por efectos de la tentación, pero que en verdad son dañinos para el hombre. 

Por eso el Papa Juan Pablo II señala que el pecado, bajo la apariencia de "bueno" o "agradable", es siempre un acto suicida. 

Es grande la variedad de pecados que se cometen por egoísmo y por falta de visión sobrenatural.


ETÍMOLOGÍA


Pecado (latín peccātum) es la transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.

Origen Conceptual del Pecado


Para los griegos pecado se decía hamartia: ‘fallo de la meta, no dar en el blanco’. Aludía al concepto de vivir al margen de lo esencial debido a una actitud errónea no consciente. 

Antes que los griegos y con anterioridad al arameo el término pecado tenía el significado de ‘olvido’. Olvido de algo que estaba presente, "olvido" como dejar a un lado. No tener presente a algo o alguien que en ese momento, por diversas razones, se lo dejaba a un costado.

El concepto religioso aún vigente de pecado como ‘delito moral’ alude a la transgresión voluntaria de normas o preceptos religiosos. Dado que existen innumerables normas de este tipo, existen innumerables pecados, a los cuales se les asigna mayor, menor o ningún castigo según las distintas creencias.

En los estados confesionales, que tienen una "religión oficial", puede estar penado con la privación de libertad, e incluso de la vida -, y en entornos culturalmente pobres, aun en sociedades modernas, se suelen achacar los problemas o accidentes físicos a la comisión de pecados.


Pecado según el Cristianismo


La tradición judeocristiana, cuya fuente fundamental es la Biblia, ha entendido el pecado, en términos generales, como el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios. 

De acuerdo al Tanaj o Antiguo Testamento, esta voluntad está representada por la Ley, preceptos y estatutos dados por Dios al pueblo de Israel, y registrados en los libros sagrados.

De acuerdo con el Nuevo Testamento, la naturaleza pecaminosa del hombre no se puede superar con el esfuerzo de seguir la Ley de Dios, por lo tanto, sólo mediante la fe en Jesucristo, y un renacer espiritual, puede vencerse esta naturaleza, y por ende, dejar de pecar.

Las distintas corrientes del cristianismo han elaborado de distinta forma la doctrina que sustenta esta concepción del hombre en lucha permanente contra el pecado, como naturaleza propia, y la victoria sobre él.


Definición de Pecado y su Subdivisión


La Biblia define y se refiere a las diferentes clase de pecados:

El pecado en general, consiste en una transgresión libre y deliberada de la Ley de Dios. Por leve que sea, es pecado cualquier desviación de los mandatos divinos. 

La naturaleza esencial del pecado es la rebelión contra Dios, y es pecaminoso cualquier acto en el cual la voluntad humana se opone a la voluntad divina conocida por la conciencia. 

El pecado, con excepción del pecado original, se llama pecado actual y se divide en pecado venial y pecado mortal de acuerdo a la gravedad de la transgresión y con el grado de voluntad y deliberación.

Los pecados en contra de la sociedad, que claman venganza al cielo, son: el asesinato, la sodomía, oprimir viudas y huérfanos, y el defraudar de su jornal al trabajador. 

Los pecados capitales, son la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza.


Pecado según la Iglesia Católica


El significado que primitivamente la Iglesia católica tomó para sí es el de pecado como un "olvido" o "dejar de lado". 

No es posible incorporar este concepto de pecado, con lo que más tarde se tomó como igual a una ofensa a Dios. Haciendo referencia a este concepto de olvido, es más probable que el pecado que se comete sea el de la soberbia (principio de todo pecado), donde la persona en cuestión se olvida de Dios en sus acciones. Lo deja a un costado y actúa de manera individual, por sí mismo, sin tener en cuenta que Dios todo lo rige, y que el hombre es un propio instrumento de su Divina Voluntad, quedando por supuesto, a su propio libre albedrío, el seguir su Voz, o no. 

El concepto de ofensa a Dios, es difícil de incorporar, por razones de practicidad intelectual. Es difícil ofender a alguien que uno no conoce, a un desconocido. 

El que quisiese ofender a Dios, es porque carece de su conocimiento, por lo tanto, sería muy soberbio (de igual forma) de su parte, el intentar ofenderlo.

De acuerdo a lo señalado en el Catecismo católico, el pecado es "una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. 

Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna’ (S. Agustín, Faust. 22, 27; S. Tomás de A., s. th., 1-2, 71, 6) )" 

El pecado se considera "una ofensa a Dios: ‘Contra ti, contra ti sólo he pecado, lo malo a tus ojos cometí’ (Salmos 51:6). 

El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de El nuestros corazones. 

Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse ‘como dioses’, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gen 3:5). 

El pecado es así ‘amor de sí hasta el desprecio de Dios’ (S. Agustín, civ, 1, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9)" 

No obstante ello, se asume que en la Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. "En ella, es donde éste manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilatos y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (Juan 14:30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados"


El Pecado Imperdonable


El pecado imperdonable es aquel que, según la Biblia, se comete en contra del Espíritu Santo.

"Por eso, os digo, todo pecado y toda blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo, no será perdonada. Y si alguno habla contra el Hijo del Hombre, esto le será perdonado; pero al que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado ni en este siglo ni en el venidero."
(Mateo 12:31-32)


"De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamas perdón, sino que es reo de juicio eterno."
(Marcos 3:28-29)


"A cualquiera que hable mal contra el Hijo del Hombre, le será perdonado, pero a quien blasfemare contra el Santo Espíritu, no le será perdonado."
(Lucas 12:10)


Cabe especificar, que el pecado imperdonable, es aquel que hicieron los fariseos al Espíritu Santo. La blasfemia contra el Espíritu Santo (pecado imperdonable: Los Fariseos clamaban que el Señor estaba poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24) Ahora, notemos que en Marcos 3:29-30, Jesús es muy específico acerca de lo que ellos cometieron exactamente: “la blasfemia contra el Espíritu Santo”.

Pecado en otras Religiones


Bahaísmo


En la Fe Bahá'í, los seres humanos son considerados naturalmente buenos (perfectos), fundamentalmente seres espirituales. 

Los seres humanos fueron creados por el amor inconmensurable de Dios. Sin embargo, las enseñanzas bahá'ís comparar el corazón humano a un espejo, que, si se apartó de la luz del sol (es decir, Dios), es incapaz de recibir el amor de Dios.


Budismo

El budismo no reconoce la idea detrás de pecado, sino que cree en el principio del karma, por lo que el sufrimiento es la consecuencia inevitable de la codicia, la ira y la ignorancia (conocido como los Tres venenos). 

Si bien no hay equivalente directo del concepto budista de Abraham de pecado, maldad es reconocido en el budismo. El concepto de la ética budista es consecuencialista en la naturaleza y no se basa en deberes para con Dios.


Hinduismo

En el hinduismo, el término pecado (papa en sánscrito) se utiliza a menudo para describir las acciones que crean karma negativo por violar los códigos morales y éticos, que automáticamente trae consecuencias negativas. Esto es diferente del pecado de Abraham en el sentido de que papa no es un crimen en contra de la voluntad de Dios, sino en contra (1) Dharma, o el orden moral, y (2) propio de uno.


Islam

Los musulmanes ven el pecado (dhanb, thanb ذنب) como algo que va en contra de los mandamientos de Dios (Allah). 

El Islam enseña que el pecado es un acto y no un estado del ser. 

El Corán enseña que "el alma es ciertamente propensa al mal, a menos que el Señor le conceda su misericordia" y que incluso los profetas no absolverse de la culpa. Se cree que Iblis (Satanás) tiene un papel importante en la humanidad tentadora hacia el pecado. En el Islam, hay varios grados de pecado: sayyia, khatia: errores (Suras 7:168; 17:31; 40:45; 48:2 47:19) itada, Junah, dhanb: inmoralidad (Suras 2:190,229; 17:17 33:55) haram: transgresiones (Suras 5:04; 6:146) ITHM, dhulam, fujur, su, fasad, Fisk, kufr: la maldad y depravación (suras 2:99, 205, 4:50, 112, 123, 136; 12:79; 38:62; 82:14) shirk: atribuir un socio a Dios (Sura 4:48) 

Uno puede arrepentirse sinceramente a Dios por los pecados cometidos y buscar el perdón, como se dice en el Corán: 
"¡Señor! Perdónanos nuestros pecados, quite de nosotros nuestras iniquidades, y toma para ti a nuestras almas en compañía de los justos". (Al-Imran.193 / 3.193)

"Oye a mis esclavos que se rebelaron desesperadamente contra sus almas, no de la misericordia de Dios, en verdad Él perdona todos los pecados, ciertamente Él es el Indulgente, el Misericordioso" (al-Zumar)


Pecado Social


Si bien todo pecado es personal, porque es un acto de libertad de un hombre en particular, y no propiamente de un grupo o comunidad, es al mismo tiempo social: "en virtud de una solidaridad humana tan misteriosa e imperceptible como real y concreta, el pecado de cada uno repercute en cierta manera en los demás." 

Por ello mismo la Iglesia, cuando habla de situaciones de pecado o denuncia como pecados sociales determinadas situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales más o menos amplios, o hasta de enteras naciones y bloques de naciones, sabe y proclama que estos casos de pecado social son el fruto, la acumulación y la concentración de muchos pecados personales. Las verdaderas responsabilidades son de las personas».

Algunos pecados, en particular, constituyen por su objeto mismo una agresión directa al prójimo. 

Estos pecados se califican como pecados sociales. 

"Así se considera como social todo pecado cometido contra la justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona. 

Es social todo pecado contra los derechos de la persona humana, comenzando por el derecho a la vida, o contra la integridad física de alguien; todo pecado contra la libertad de los demás, especialmente contra la libertad de creer en Dios y adorarlo; todo pecado contra la dignidad y el honor del prójimo. 

Es social todo pecado contra el bien común y contra sus exigencias, en toda la amplia esfera de los derechos y deberes de los ciudadanos. En fin, es social el pecado que se refiere a las relaciones entre las distintas comunidades humanas." 

El 10 de marzo de 2008, el regente del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, Cardenal Gianfranco Girotti, presentó la siguiente lista, que ha sido divulgada ampliamente por los medios de comunicación, con la denominación de pecados sociales o nuevos pecados capitales:

  • No realizarás manipulaciones genéticas. 
  • No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones. 
  • No contaminarás el medio ambiente. 
  • No provocarás injusticia social. 
  • No causarás pobreza. 
  • No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común. 
  • Y no consumirás drogas.

Estos son los nuevos pecados capitales, según publicaba este fin de semana el 'Osservatore Romano', periódico oficial de la Santa Sede. 

La lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia, los tradicionales siete pecados capitales enumerados por el Papa Gregorio I hace 1.500 años y recogidos después por Dante Alighieri en 'La Divina Comedia', se habían quedado obsoletos para el mundo globalizado de hoy.

Así que el Vaticano ha decidido modernizar la lista exhibiendo una atención especial hacia los llamados pecados sociales, aquellos cuya comisión va en contra de la Justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona.

El resultado son siete nuevos pecados capitales, que condenan como ofensas a Dios acciones tales como no reciclar la basura, enriquecerse a costa de los demás o algunas investigaciones científicas con implicaciones bioéticas.

The Fall of the Damned por Dirk Bouts

Fuente: Wikipedia.org
             Corazones.or

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