domingo, 28 de octubre de 2012

LA GULA




Del latín, gluttire, que significa tragar o engullir de manera excesiva alimentos o bebidas sin medida.
Es un pecado capital para la religión cristiana y el catolicismo, es un vicio del deseo desordenado por el placer conectado con la comida o con la bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas (siempre según los conceptos de dicha religión):
1.   Comer o beber en exceso más de lo que el cuerpo necesita.
2.   Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas de que va en detrimento de la salud.
3.  Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas, especialmente cuando una dieta lujosa está fuera del alcance económico.
4.   Comer o beber vorazmente dándole más atención a la comida que a los que nos acompañan.
5.   Desperdiciar la comida estando en la misma categoría que la de comer más de lo que necesita el cuerpo.

Como “uso inmoderado de los alimentos necesarios para la vida” es definido este pecado o transgresión. 
La definición teológica se complementa con que “el placer o deleite que acompaña al uso de los alimentos, nada tiene de malo; al contrario, en el efecto de una providencia especial de Dios para que el hombre cumpliese más fácilmente  con el deber de su propia conservación. Prohibido es, empero, comer y beber hasta saciarse por ese solo deleite que se experimenta”. De esta manera, la religiosidad latina especifica estas faltas en: 
  • proepropere: comer antes de tiempo o cuando se debe abstener de comer, por ejemplo en los días de ayuno señalados por la Iglesia.
  • laute: cuando se comen manjares que superan las posibilidades económicas de la persona.
  • nimis: cuando se bebe o se come en perjuicio de la salud de la persona.
  • ardenter: cuando se come con extrema voracidad o avidez a la manera de las bestias. 
La gula se transforma en pecado en los siguientes casos: 
  • Cuando por el solo placer de comer se llega al hurto o se reduce a la familia a la mendicidad. Puede hacerse analogía con las adicciones en particular la ingesta de alcohol, drogas, juego, etc.
  •  Cuando el deleite en el comer y/o beber se reduce a un fin único y preponderante en la vida.
  •   Cuando es causa de graves pecados como la lujuria y la blasfemia.
  •   Cuando trasgrede los preceptos de la Iglesia en los días de ayuno y de abstinencia de ciertos alimentos.
  •   Cuando se provoca voluntariamente el vómito para continuar el deleite de la comida. 
  •   Cuando se auto infiere grave daño a la salud o sufrimiento a si mismo y a los que lo rodean.
Además de lo dicho por la teología tradicional, la gula tiene un aspecto que  no debemos dejar de considerar:
Es la manifestación física de un apetito más profundo y significativo, un estado de ansiedad. El que cae en las tentaciones de la gula, no sólo quiere consumir comida. Quiere, de alguna manera, ingerir todo el universo, satisfacer el vacío que siente. Asimilar, hacer suyo, todo lo exterior, reducir todo lo otro a sí mismo. En este sentido la gula se mimetiza estrechamente con la lujuria y otros pecados capitales, pues se trata de ponerse por sobre lo otro, reducirlo, objetivarlo y hacerlo suyo. De esta manera  el “glotón” se transforma en el único centro de referencia, en conformidad con el principio del amor a sí mismo. El asimilar, reducir, el universo en general y al prójimo en particular a sí mismo es la más radical negación del otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.